Imagen promocional del videojuego The Great Ace Attorney Chronicles en el que vemos a los personajes protagonistas del juego. En el centro y en primer plano está Ryunosuke Naruhodo señalando con el dedo indíce a la cámara. A su izquierda podemos ver a Susato Mikotoba y a Iris Wilson. Encima y detrás están Herlock Sholmes fumando su pipa y Lord Barok van Zieks. Por detrás vemos varios edificios icónicos de Londres como el Big Ben o el Old Bailey y a otros personajes del juego como Tobias Gregson o Gina Lestrade.
Filosofía del derecho en Ace Attorney
Publicado el 27 de abril de 2024
Este texto destripa el final de
The Great Ace Attorney Chronicles
, además de comentar puntos importantes de la trama de varios juegos de la trilogía
Phoenix Wright: Ace Attorney
. Se recomienda encarecidamente jugar a los juegos antes de seguir leyendo, ya que el principal atractivo de los juegos de
Ace Attorney
está en el aspecto narrativo. Continúa leyendo bajo tu propia responsabilidad.
La filosofía de todos los juegos de
Ace Attorney
se fundamenta en que al final la verdad sale a la luz, la justicia gana, los buenos son absueltos y los malos condenados. Uno de los tipos de villano favoritos de estos juegos es aquel que se toma la justicia por su mano, ignorando los cauces oficiales y recurriendo a la violencia. En su lugar el juego propone el juicio justo como forma virtuosa de hacer justicia. Se ha hablado de que el primer
Ace Attorney
era una crítica al sistema judicial de Japón, pero es importante notar que no es una crítica a la totalidad, sino a sus defectos: la corrupción, la prevaricación, la mala calidad de las investigaciones que termina absolviendo a culpables o condenando a inocentes al no conseguir descubrir la verdad... Por otro lado, el juego tiene una fe absoluta en una ejecución virtuosa de la justicia que, habiendo resuelto estos defectos, es la mejor forma posible de hacer justicia. El personaje de Phoenix Wright (o el de Ryunosuke Naruhodo en
The Great Ace Attorney
) es la encarnación de este ideal de justicia.
Por eso a
Ace Attorney
le gusta jugar con situaciones en las que el malo está estrechamente relacionado con el proceder y la mecánica del juicio. Sólo en el primer juego tenemos que en el segundo caso intentará ponernos trabas un abogado coaccionado mediante chantaje por el asesino, en el cuarto caso el asesino es el fiscal y en el quinto el jefe de policía. En el último caso del segundo juego,
Phoenix Wright: Ace Attorney - Justice for all
, el juego subvierte una de sus reglas no escritas al hacer por primera vez que Wright tenga que defender a alguien que es culpable del delito por el que se le imputa.
Sin embargo, en todas las situaciones, siempre hay alguien bueno que es más poderoso que el malo. Es una constante en toda la trilogía original que el juez siempre es bueno, y que al ser presentado con pruebas y testimonios suficientes terminará absolviendo al acusado inocente y condenando al malo verdadero. Incluso en el caso del jefe de policía, que es amigo personal del juez, la verdad saliendo a la luz es motivo suficiente para hacer que entre en razón y haga lo correcto.
El final de
The Great Ace Attorney Chronicles
plantea una situación muy interesante porque, por primera vez en la saga, el malo es el juez, por lo que no hay nadie bueno y más poderoso que pueda condenarlo. En el mundo real, en los estados contemporáneos, la justicia se estructura de forma jerárquica. En España por ejemplo hay audiencias provinciales, la audiencia nacional y el tribunal supremo. Si una persona cree que una sentencia es injusta puede recurrirla a una instancia más alta para que sea evaluada por un tribunal con mayor autoridad. Si un juez se equivoca (o prevarica) existen mecanismos en manos de la ciudadanía para corregir esa situación. Ahora bien, toda estructura jerárquica tiene un nodo raíz, un elemento que no tiene ningún otro por encima, y esto plantea un problema. ¿Qué pasa cuando el tribunal supremo se equivoca? Esta es una pregunta fundamental de la filosofía del derecho y para la que no existe una respuesta satisfactoria. Carl Schmitt nos diría que por encima de todos los tribunales está el Führer, pero por lo que sea esa respuesta no ha envejecido del todo bien.
¿Cómo resuelve pues
The Great Ace Attorney Chronicles
este berenjenal en el que se mete? ¿Qué pasa cuando el juez es el malo? Al final del quinto caso aparece, como deus ex machina, la reina Victoria del Reino Unido (recordemos que el juego sucede en la última década del siglo XIX), depone al juez malo, reinstaura en su lugar al juez bueno y esto es suficiente para que se haga justicia y el asunto termine en final feliz. Una vez más el juego necesita que exista un personaje bondadoso más poderoso que el malo para que su propia filosofía pueda funcionar y dar el resultado satisfactorio esperado. Curiosamente el juego da la razón al jurista alemán y recurre a un poder absoluto por encima de los tribunales para solucionar el problema.
Por supuesto, la pregunta más interesante es qué habría pasado si la reina de Inglaterra hubiera estado de acuerdo con el juez corrupto y no hubiera tenido interés en destituirlo, pero un juego de
Ace Attorney
nunca va a plantearse esta situación porque su ideología no tiene las herramientas para resolverla felizmente, y el final feliz es otra de las constantes de este juego que seguramente nunca va a subvertir.
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