No tienes una teoría, con suerte tienes una hipótesis
Publicado el 1 de diciembre de 2020
El método científico define una teoría como un sistema lógico-deductivo constituido por un conjunto de hipótesis comprobadas, un campo de aplicación (de lo que trata la teoría, el conjunto de cosas que explica) y algunas reglas que permitan extraer consecuencias de las hipótesis, siendo una hipótesis un enunciado no verificado, una conjetura científica que requiere una contrastación con la experiencia. Últimamente, es cada vez más frecuente encontrarse justamente con el significado contrario. Cada vez es más común ver a gente usar la palabra “teoría” para designar una idea que por observación creen que puede ser verdad pero para la que no tienen pruebas, es decir, una hipótesis. Por lo general me parece de muy mal gusto lo de ir corrigiendo a la gente al hablar por eso de que
los prescriptivistas lingüísticos son muy malos zoólogos
, pero creo que este fallo en concreto puede ser peligroso en una época en la que posturas anticientíficas como el terraplanismo, el creacionismo o el geocentrismo parece que empiezan a coger fuerza.
Es evidente que el lenguaje evoluciona con el tiempo. Con el paso de los años, las palabras modifican su pronunciación o significado. Nuevas palabras se crean o importan y otras caen en desuso. Otro fenómeno curioso es que no todas las palabras evolucionan a la vez. Así, en castellano podemos encontrar la palabra "sueño" que evolucionó desde "somnus" en latín. Sin embargo, también encontramos palabras como "somnolencia" o "somnífero" que no han tenido esa evolución. De la misma forma, tenemos que mientras que el significado de "teoría" está cambiando poco a poco, seguimos diciendo por ejemplo "teoría de la evolución" o "teoría de la relatividad" con el significado original de la palabra. Cuando decimos teoría de la evolución, lo que estamos diciendo es
demostración
de que las especies cambian a lo largo del tiempo a raíz de las mutaciones genéticas y la selección natural. Sería muy peligroso que lo que una amplia parte de la población entendiera al oír "teoría de la evolución" fuera que una vez un inglés barbudo dijo que a él le parecía que venimos del mono. Este cambio de significado lleva a que hechos científicos sean rebatidos desde posiciones anticientíficas rebajándolos a su nivel, pues si la teoría de la evolución es sólo una teoría (no tiene pruebas) está al mismo nivel que el creacionismo, y es legítimo discutir si ambos deberían enseñarse en la educación pública, por ejemplo. O simplemente decir que a ti la teoría de la evolución no te parece verdad, porque total como no hay pruebas a cada uno puede parecerle lo que le dé la gana.
Pensamos en palabras y pensamos en un idioma. No estoy diciendo que de repente toda la población se vaya a volver creacionista de la noche a la mañana. La mayoría de la gente tiene dos dedos de frente y sabe que la teoría de la evolución tiene una serie de demostraciones y el consenso de la comunidad científica detrás. Pero sí que pasa a requerir una excepción, una regla más, un paso más a la hora de pensar. Teoría significa que no está demostrado menos cuando hablamos de teoría de la evolución, o teoría de la relatividad… que entonces sí. Y esto a la larga podría causar que quien tenga un interés en ello pueda enfangar la discusión con minucias lingüísticas con tal de llevarse a un puñado de despistados a su terreno. Pensamos en palabras y pensamos en un idioma, y es mejor si en ese idioma las palabras son consistentes y dicen lo que queremos que digan, para que pensar en él nos sea más fácil y nos requiera menos malabares mentales. Así que ya sabes, la próxima vez que una idea se te ponga en la punta de la nariz porque te parece un poco que es así, lo que tienes es una hipótesis, no una teoría.
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