Fotograma del videojuego 'Palworld' en el que podemos ver a un grupo de criaturas parecidas al Pokémon Pachirisu pero en verde montando rifles de asalto en la cadena de montaje de una fábrica.
El plagio de Palworld es parte del chiste
Publicado el 23 de enero de 2024
Me tiene bastante sorprendido un fenómeno concreto de la recepción del reciente videojuego
Palworld
(Pocketpair, 2024). Concretamente, la cantidad de acusaciones de plagio a
Pokémon
, algunas más chistosas como
este artículo de la revista satírica Hard Drive
y otras más indignadas como
el hilo de Twitter que va criatura a criatura del juego analizando qué pokemon copia
. La sorpresa no viene porque estas acusaciones estén infundadas. Es evidente el plagio descarado de diseños de criaturas a la saga de juegos de Nintendo. La sorpresa viene por el formato. Una acusación se hace cuando se revela un delito o un comportamiento reprobable llevado a cabo por alguien cuando este comportamiento no es conocido. Del conocimiento público se espera por lo general algún tipo de castigo, ya sea social o penal. La razón por la que me sorprende que alguien se crea en la necesidad de hacer esta acusación es porque me cuesta entender que alguien piense que este plagio no es evidente.
La forma en la que yo entiendo el plagio de
Palworld
es como chiste. Los diseños son lo bastante similares como para que todo el mundo que ha visto alguna vez algo relacionado con
Pokémon
los reconozca inmediatamente, pero lo bastante diferentes como para evitar infringir marcas registradas y poder el menos moverse en las delicadas aguas de los cambios transformativos y el
fair use
de material con copyright. El chiste es precisamente ese: robar descaradamente a Nintendo de forma que todo el mundo lo vea sin terminar de darles una base sólida para demandar. Es un acto de provocación.
Denunciar este plagio es no entender el chiste. Creer que la intención de los desarrolladores es colar al mundo estos diseños como propios y que nadie se va a dar cuenta. A ver, si en Pocketpair creen que pueden plagiar a este nivel los diseños de una de las sagas de videojuegos más famosas del mundo y que nadie se pispe es que son rematadamente imbéciles, y en vista de que no tienen pinta de serlo tanto creo que es bastante seguro descartar esta posibilidad. No, el plagio es intencionadamente obvio, la idea es que lo veas y te rías. Que te rías de Nintendo porque a pesar de todos sus millones y su ejército de abogados se van a tener que tragar esta provocación sin poder hacer gran cosa. Que pienses que vaya cracks, tremendos máquinas, esto sí que es jugársela al poder, blablabla. Si esto es gracioso o no ya depende de las sensibilidades humorísticas de cada uno, pero al menos entendamos cuál es el chiste.
Lo cierto es que
Palworld
es bastante cutre. Pero es intencionadamente cutre. Ser cutre sin querer, por falta de medios, de habilidad o de interés, y que se note está mal visto. Nadie quiere ser percibido como que se le da mal lo que hace. Ningún estudio quiere que su juego se vea como de mala calidad. Ahora bien, ser cutre como estética... "Está mal hecho, pero es que lo queríamos así." Eso cuela mucho más. Hay una intención detrás. Una intención cómica o crítica, pero algo que decir. O la apariencia de ello. Y, lo mejor de todo, es igual de barato.
Si hay algo genial en
Palworld
es su marketing. Este juego y el fenómeno a su alrededor demuestran que un juego de apariencia mediocre y bastante barato de hacer puede vender cinco millones de copias en cinco días a casi 30 pepinos la copia.
A lo largo de toda su campaña de marketing
Palworld
ha jugado con una regla implícita de la conversación para subvertirla a su favor. Hay una serie de cosas que en principio una empresa no puede hacer o decir. Me explico: si un usuario anónimo de Twitter hiciera algo, una ilustración o un vídeo por ejemplo, en el que se esclavizan pokemons para trabajar en la fábrica o se descuartizan para comerlos la cosa tendría un éxito moderado seguramente. Habría gente a la que le haría más gracia, para muchos pasaría sin pena ni gloria, tendría unos cuantos retuits y algún citado enfadado pero nada que mueva millones de euros. Esto se debe sobre todo a que éste es un mensaje que entra dentro de lo que es aceptable que un usuario anónimo de internet emita. No es especialmente transgresor. Ahora bien, ¿una empresa? Una empresa no puede hacer eso. Si un shitpost lo hace esta bien, pero no puedes hacer un desarrollo de varios años y varias decenas de personas en torno a esta idea. ¿Verdad?
Y con eso el marketing se hace solo. Toda la campaña de marketing ha consistido en vender el juego como "no te vas a creer que este juego existe". Cada trailer ha sido únicamente un desfile de sus burradas: pokemons trabajando en la fábrica montando armas, el jugador pegándose tiros con pokemons... El primer trailer jugaba con mucha habilidad a subvertir las expectativas del espectador. Durante el primer minuto el juego parece solamente un plagio de
Pokémon
y de repente... ¡pistolas! El plagio descarado de los diseños es un chiste más. No tiene el mismo impacto un bicho desconocido con una gatling que algo que es claramente un plagio de un Electabuzz con una gatling.
Fotograma del videojuego Palworld en el que podemos ver a una criatura bípeda amarilla que recuerda mucho al pokemon Electabuzz con una ametralladora gatling en sus manos. En su hombro hay subida una mujer jóven pelirroja con el pelo en una coleta.
Por supuesto los trailers se propagaron como el fuego por las redes sociales porque estaban codificados exactamente en el lenguaje de las redes sociales. Son shitpost, con el añadido extra de que quien lo hace no lo debería estar haciendo. Es una violación intencionada de las reglas de adecuación del discurso para presentarse como el outsider, el David contra Goliat, el estudio pequeño que es como tú, que hace chistes malos en internet y se ríe de las grandes empresas. Puede que tus chistes malos no los pongan en todos los eventos de trailers de videojuegos del año ante millones de espectadores porque eso vale mucho dinero y que ellos sí lo hagan, pero tranquilo que son como tú.
El juego también ha funcionado muy bien en redes sociales después de salir, sobre todo en este momento en el que están muy de moda los vídeos cortos. El vídeo corto es un formato muy bueno para el chiste, y es el formato perfecto para este juego. En un vídeo de un minuto un youtuber puede enseñar un chiste del juego, mostrar un ejemplo, reírse, añadir algún comentario ingenioso y ya. Se termina el vídeo. Para el juego es publicidad gratis que además se viraliza porque los chistes son bastante graciosos. Lo mejor es que el formato no da tiempo a ahondar o analizar nada. ¿Por qué es gracioso esto? ¿De qué se está riendo? ¿Qué tiene
Palworld
que decir sobre las armas o comer pokemons? Lo cierto es que no mucho, pero con este formato de vídeo no te das cuenta, así que es perfecto.
El marketing ha consistido básicamente en eso. Enseñar los mejores chistes del juego con la promesa implícita de que si pagas 30€ dentro habrá más chistes. Que quieres ser parte de eso. Que quieres un Kalashnikov para disparar a un Electabuzz que lleva una ametralladora gatling. Que quieres capturar a un entrenador enemigo y descuartizarlo. Yo tengo mis dudas sobre la gracia que puede tener ninguna de las cosas que he visto hasta ahora una segunda vez, una vez que ya he visto el chiste y me he reído, y el juego en sí parece bastante cutre y no demasiado divertido ni pulido. Pero eso por lo general no lo ves hasta que no lo compras y lo que importan son las ventas. Recordemos que aunque a veces me voy por las ramas en estos párrafos estamos hablando de marketing.
Como hemos dicho, la mejor idea que uno puede extraer de todo esto es que esta estrategia de marketing, el hacer un juego-que-no-te-puedas-creer-que-exista, es muy efectiva incluso si luego el juego es bastante cutre. Posiblemente si muchos lo imitan se sature y deje de impactar y pase algo parecido a las cuentas de Twitter de empresas que tuitean como si fueran individuos, intentando hacerse los graciosos y subir memes. Hace tiempo que dejaron de hacer gracia. Pero de momento, como hemos podido ver, funciona y mucho.
La peor idea que uno puede extraer de
Palworld
es que existe un mercado para una versión "más adulta" de
Pokémon
, o de cualquier otro juego infantil. Por una razón muy simple.
Palworld
no es adulto en absoluto. Su humor es un humor de caca culo pedo pis. No tiene nada que decir sobre las cosas sobre las que hace chistes. Es un hacerlo porque puede y porque no te esperas que lo haga. Contraponer una estética mona a un grado de violencia que no le pega. Pero está totalmente vacío de contenido. En ese aspecto funciona exactamente igual a
Happy tree friends
, aquella serie de animación en la que unos animalitos monos, como de dibujo animado para niños pequeños, se hacían daño de formas muy sangrientas y grotescas. Habría quien podría sentirse tentado a describir
Happy tree friends
como adulto, pero yo al menos no conozco a nadie que se ponga a ver esto de adulto y que le saque más que alguna sonrisilla de vez en cuando. Ahora bien, ¿sabéis a quién le hace muchísima gracia
Happy tree friends
? A los niños.
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