En uno de sus famosos chistes, el filósofo esloveno Slavoj Žižek dice que el vendería a su madre a un esclavista a cambio de una segunda parte de
(James McTeigue, 2006). No es que la película sea particularmente buena, pero termina justo en el momento en el que la revolución triunfa y el régimen fascista es derrotado. Para Žižek lo interesante es cómo será el proceso de construir una nueva sociedad después, no la lucha para derrocar al tirano, pero esto se omite completamente tanto en la película como en el cómic en el que se basa.
(Fran Rubel Kuzui, 1988) termina con Wendy dejando su grupo de música, rompiendo con su pareja y volviendo a Estados Unidos. En la última escena la vemos grabando una canción propia en un estudio ya de vuelta en EEUU. La letra habla sobre el buen recuerdo que guarda de Japón y de Hiro pero también de que necesitaba irse. La escena que no vemos al final de la película y que me produce mucha curiosidad es qué es de Hiro. ¿Cómo vive él perder a su pareja y a la cantante de su grupo?
El incidente incitador de
(Noah Baumbach, 2012) es que Frances vive con su amiga Sophie hasta que ésta última decide irse a vivir con su novio. Frances no puede pagar ella sola el alquiler así que tiene se ve abocada a buscar un nuevo sitio en el que vivir y ya que está replantearse su vida. En mi cabeza he llegado a bautizar como «momento
este tipo de situaciones inestables que se sostienen por el mutuo consentimiento de las partes implicadas y se desmoronan cuando una decide salir. La situación de Frances es inestable porque compartir piso con una amiga lo es. Nadie espera seguir haciéndolo para siempre. Es una situación con fecha de caducidad. Curiosamente, los momentos
tienen incentivos perversos. La persona que lo termina por lo general lo hace porque tiene otro barco al que saltar. Sophie se va a vivir con su novio. Esta escena no le produce ninguna crisis vital a ella. Para la persona que se quiere quedar y no puede, que no ha elaborado un plan B, que no quería cambiar, es una situación mucho más conflictiva. Desde que la vi por primera vez, me ha pasado ya tres veces el que la persona con la que vivía se fuera y tener que buscarme la vida, lo que sólo ha hecho que mi conexión con esta película aumente conforme pasan los años. Me ha tocado mucho más ser Frances que Sophie, ser Hiro que Wendy.
Wendy es un personaje que exhibe mucha agencia. Ella decide ir a Japón. Ella decide entrar en el grupo de Hiro. Ella decide salir con Hiro. Y, sobre todo, ella decide irse. Quizá la escena fundamental que carazteriza a Wendy como este personaje activo que persigue lo que quiere es cuando se planta en el despacho del productor musical, saltándose todos los protocolos y reglas, para darle la maqueta que han grabado. Mientras tanto Frandes es un personaje zarandeado por la vida que va dando tumbos sin saber qué es lo que quiere ni cómo conseguirlo. El conflicto de Wendy es externo: hombres que la maltratan, discográficas que la ignoran, trabajos que pagan poco... El de Frances en cambio es interno. Su mayor enemigo es ella misma, su orgullo, sus expectativas inalcanzables y su incapacidad de comunicar. Un ejemplo significativo de esta diferencia entre los personajes es el significado del viaje en ambas películas. Para Wendy Japón es una experiencia transcendente, significa alejarse de todas las cosas externas que le estaban haciendo daño y tener la posibilidad de comenzar de nuevo. Para Frances París es un recordatorio de que no puede escapar de sí misma y de que si es infeliz consigo misma, cambiar de ciudad sólo la hará sentirse infeliz es un lugar nuevo.
Si tuviera que responder a la pregunta de qué va
, qué nos quiere contar, diría que es el recuerdo con cariño de una experiencia pasada que se acabó pero atesoramos por considerarla formativa de nuestra persona actual. Creo que nos muestra el punto de vista de Sophie en un momento
. Wendy puede sentirse así sobre su tiempo en Japón porque es algo que sucede bajo sus propias condiciones, lo exprime hasta que ya no da más y lo deja cuando a ella le viene bien. Al final de
, la vida de la protagonista también ha mejorado sustancialmente. Tiene por fin donde vivir, un buen trabajo, está cumpliendo su sueño de hacer sus propias coreografías, se ha reconciliado con Sophie e incluso la película deja vislumbrar un comienzo de relación romántica con un chico llamado Ben. Ahora bien, dudo mucho que cuando Frances mire atrás a los eventos de su vida narrados en la película los recuerde con cariño. En todo caso habrán sido un mal necesario, una etapa de mierda por la que tuvo que pasar hasta poder alcanzar algo de estabilidad. Los momentos
dejan recuerdos muy distintos depende de si le preguntas a Frances o a Sophie.