Si alguien juega o se ha planteado jugar a
, se habrá dado cuenta de que el mayor problema que tiene el juego es el precio. Jugar a
es muy caro. Yo me quedé de piedra cuando, tras una década sin jugar apenas, este año me planteé volver y descubrí que los precios de la mayoría de productos oficiales (sobres, mazos preconstruidos, inscripciones a torneos...) prácticamente se habían duplicado. Sin estar dentro, es bastante difícil de creer que un juego de mesa sea tan caro. Por lo general, se espera que un juego de mesa de 40€ traiga una caja grande, tablero, figuritas... Que sea algo elaborado y costoso de producir, como para justificar el precio. ¿Cómo puede ser que un mazo de 100 cartas, que es cartón impreso, valga 60€? ¿Por qué la gente lo paga?
Para más inri, los productos oficiales de Wizards of the coast por lo general no son cartas concretas. Son sobres de 15 cartas aleatorias en los que puede tocarte la carta que necesitas o no. Además, el juego tiene una escena competitiva en la que los mazos están muy optimizados y ser capaz de jugar exactamente las cartas que quieres es importante para no estar en desventaja. Por eso, existe un mercado secundario extraoficial de cartas en el que jugadores o tiendas venden sus cartas, obtenidas por lo general mediante productos oficiales, a otros jugadores. Las cartas más buscadas pueden alcanzar precios muy altos en la reventa porque hay pocas unidades, mucha gente las quiere y la única forma oficial de conseguirlas es aleatoria. Estamos hablando de que una carta reciente muy buscada puede llegar a valer 40 o 50€, y cartas antiguas que no se imprimen desde el año 93 pueden costar cientos o incluso miles de euros. Esto ha hecho del mercado secundario un negocio que mueve muchísimo dinero y de las cartas un bien de especulación.
Es trivial ver cómo Wizards podría destruir este mercado secundario de la noche a la mañana. Tan sólo tiene que imprimir muchísimas copias de las cartas más cotizadas e inundar el mercado. Alguna vez ha sucedido. Cuando en
el
se reimprimió como carta común su precio bajó en unos pocos meses a por debajo de los 20 céntimos. Las numerosas reimpresiones del
en
y ediciones similares sirvieron para bajar su precio también, que llegó a los 50€ por copia, aunque nunca se desplomó porque la carta se reeditó como rara mítica así que nunca se llegó a inundar el mercado. Sin embargo, Wizards no suele hacer esto. Y desde luego no lo hace como regla general. Si quisieran, podrían hacer que el mercado secundario no existiera, o que moviera céntimos. No hay un mercado secundario de cartas de
por ejemplo, porque los productos oficiales traían 3 copias (el máximo permitido por mazo) de cada carta, de forma que alguien que sólo comprara los productos oficiales llegaría a tener todas las cartas con un gasto acotado superiormente. Wizards podría por ejemplo establecer una tienda oficial de cartas sueltas, que serviría para topar los precios ya que no tendría sentido vender más caro que el canal oficial que vende cartas nuevas en perfecto estado y siempre está disponible. Si los precios oficiales de cartas sueltas fueran lo bastante bajos, podría ser suficiente como para que la reventa no mereciera la pena y desapareciera. Pero esto no pasa en
. ¿Por qué?
Una de las principales motivaciones para comprar sobres de
es la posibilidad de que las cartas que contiene valgan más que lo que vale el sobre. Si compro un sobre por 6€ pero el sobre contiene una carta de 20 puedo vender esa carta y haber ganado 14€. Por supuesto, esto sólo funciona si existe un mercado secundario de cartas en el que revender las cartas que contiene el sobre. En otras palabras, la existencia del mercado secundario crea un enorme incentivo para comprar productos oficiales de Wizards porque es posible (aunque improbable) ganar más dinero del invertido. Cuando más caro sea el precio de la reventa, más caros pueden ser los productos de Wizards. De la misma manera, cuando más caros sean los sobres, más caras serán las cartas sueltas porque hay que sacar rentabilidad.
El percibir que las cartas tienen un valor monetario intrínseco también añade el componente psicológico de que la compra de productos de Wizards no es un gasto sino una inversión. Una persona con cartas que podría revender por, digamos, 1000€, no considera que ha gastado 1000€ en cartas
, porque en su cabeza sigue teniendo ese dinero en forma de activos que podría revender. En este sentido, las cartas (o al menos algunas cartas) son percibidas por los jugadores más como acciones de bolsa que como productos de consumo.
La venta de sobres por parte de Wizards es puro valor añadido. Como hemos dicho antes, sólo venden carton impreso envuelto en plástico. El valor de las cartas radica únicamente en su autenticidad como cartas oficiales impresas por Wizards. Esta autenticidad les da una característica única: sólo se puede jugar en torneos oficiales con cartas auténticas. De forma que si alguien quiere jugar en un torneo necesita cartas, esas cartas son un bien artificialmente escaso y buscado por mucha gente lo que hace que el precio se dispare. El precio disparado y la escasez artificial permiten a Wizards vender sus productos mucho más caros porque la gente los comprará igual.
Si el mercado secundario desapareciera Wizards vendería menos sobres y seguramente tendría que bajar su precio. Todas las personas que compran sobres por el aspecto especulativo dejarían de hacerlo. Incluso las personas que compran sobres de forma recreativa, para conseguir cartas con las que jugar y por la emoción de la sorpresa, comprarían menos sobres porque siempre es más fácil justificar el gasto si se piensa en él como inversión que como gasto. De todas formas, el mercado secundario no va a desaparecer por arte de magia porque su existencia es una consecuencia del modelo de negocio de Wizards. Las cartas son un bien escaso y no existe una forma oficial de comprar cartas sueltas, así que necesariamente va a surgir una forma alternativa de satisfacer esa demanda. Destruir el mercado secundario requeriría un cambio del modelo de negocio por parte de Wizards a uno que necesariamente sería menos lucrativo, así que obviamente no va a suceder. Lo único que se puede esperar en el futuro es que
siga siendo un juego muy caro e incluso que se encarezca más.